El Colegio Oficial de Enfermería de Toledo rindió ayer un merecido homenaje al enfermero y político Pedro Añó, al cumplirse un año de su fallecimiento, en un acto cercano, multitudinario y muy emotivo. El propio presidente del Colegio, Roberto Martín, mostró su orgullo al comprobar que el salón estaba abarrotado de gente “prueba de los numerosos y grandes amigos que tenía Pedro”.
Al acto asistieron no sólo la viuda, hijos, nietos y demás familiares de Pedro Añó, sino muchísimos amigos y una importante representación institucional, que acudió a la cita no como políticos, sino como amigos y compañeros de Pedro: Milagros Tolón, alcaldesa de Toledo, Jesús Fernández Sanz, consejero de Sanidad, Álvaro Gutiérrez, presidente de la Diputación Provincial de Toledo, Joaquín Sánchez Garrido, exalcalde de Toledo, y Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería de España.
Todos ellos coincidieron en reseñar la gran persona que era Pedro Añó, lo implicado y comprometido que ha estado siempre en todas los proyectos que ha emprendido, “era un hombre amable, cercano, trabajador, siempre podías contar con él”, afirmó Roberto Martín Ramírez, aspecto en el que coincidieron todos, “ha formado parte de mi vida”, matizó Milagros Tolón, “ha estado en mi boda, me han seguido con cariño en mi embarazo…, tanto él como Chelo; no estoy aquí como política, sino como amiga de la familia”.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, afirmó que “debemos sentirnos orgullosos de haberle tenido cerca; enhorabuena por el marido, padre, abuelo y amigo que habéis tenido”. Por su parte Joaquín Sánchez Garrido recordó la etapa en la que coincidieron en el Ayuntamiento de Toledo, “era un trabajador incansable y comprometido con el partido y con los ciudadanos hasta la médula”. El presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, afirmó que “ha sido un honor conocerle y tenerle cerca; de él hemos aprendido todos grandes valores: el trabajo, la honestidad, el compromiso…”.
Trayectoria profesional
Pedro Añó nació en Valencia y llegó a Toledo en el año 1977 para incorporarse al Hospital Virgen de la Salud, donde cuatro años más tarde fue nombrado supervisor de este mismo centro, primero en Urgencias y después en la Unidad de Cuidados Intensivos y en Medicina Interna. Recibió la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad, compartida con el resto de personal del hospital, por su actuación en el incendio que se produjo en este centro.
Se ha dedicado también a la docencia como profesor titular de la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia de Toledo y, posteriormente, fue nombrado director de la Residencia Social Asistida San José, perteneciente a la Diputación Provincial de Toledo.
Ha sido también presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Toledo durante cuatro años, etapa en la que trabajó duro para que Toledo volviera a recuperar su Escuela de Enfermería; para ello se dirigió personalmente al entonces consejero de Sanidad, José María Barreda, y logró el objetivo que persiguió incansablemente.
Tras dejar la presidencia del Colegio de Enfermería de Toledo ha ocupado, en esta Institución, un asiento dentro de la Junta de Gobierno. Asimismo, en el Consejo General de Enfermería de España ha ocupado los cargos de vocal, vicesecretario general, secretario general y tesorero.
Tiene el honor, además, de ser uno de los precursores de la Primera Federación de Colegios de Enfermería de Castilla-La Mancha, donde ocupó la presidencia.
En el ámbito político ha sido concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Toledo y teniente de alcalde, bajo el mandato de Joaquín Sánchez Garrido, además de ser nombrado presidente de la Junta de Distrito.
Su última etapa profesional fue su nombramiento, por parte del consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, de Director Provincial de Sanidad, cargo que ocupó con orgullo y con ese carácter de servidor público que mantuvo hasta el final.